Federico Iriberry Carbonell, Ingeniero Comercial UDD, CEO y Cofundador de Broota.
Se describe como alguien motivado constantemente por el emprendimiento y la innovación. Toda su vida laboral ha estado dedicada en ayudar a otros a emprender. “Si el apoyo al emprendimiento fuera una mesa con muchas sillas te diría que he estado sentado en todas ellas, he pasado por la investigación del emprendimiento, he apoyado al emprendimiento temprano en el rol que tuve en la UDD, en la CORFO impulsando la actividad productiva a nivel nacional y varios más”.
Al estar estudiando en Universidad del Desarrollo, se dio cuenta que había desarrollado conocimientos y tenía privilegios que otros no tenían, ahí nació su idea de ayudar a otros soñadores, que no les era tan fácil emprender. “Siento que soy parte de un motor de cambio para el país, que genera empleo y movilidad social”.
Federico nos cuenta que Broota nace con su socio José Antonio Berrios, en el 2012, operativamente lo hacen en conjunto durante mayo del 2013. José Antonio pertenecía al mundo del emprendimiento, tuvo dificultades para financiarse y se cruzó esa experiencia con la de Federico, que iba por el mismo camino, donde se percató que al ecosistema emprendedor le hacía falta financiamiento por parte de los privados, que se involucraran en las startups. Del cruce de estas dos realidades, es que nace Broota. “Soy el rostro de la empresa para muchos, y me da mucha risa cuando a veces me confunden con mi hermano gemelo”.
Una de las cosas que más le gusta de su trabajo, es el poder estar en contacto con muchos emprendedores y emprendedoras. Escuchar sus historias y entender cómo comienza la motivación para comenzar con ese proyecto. Está permanentemente desafiado a mantenerse al día con diversas tecnologías e innovaciones para poder evaluarlos y orientarlos. “Tengo que estar informado siempre de diversos temas y eso me parece súper entretenido, aprendo mucho de todos ellos y de sus diferentes tipos de negocios. Es maravilloso estar cerca de gente que le gusta emprender tanto como a mí”.
Iriberry expresa que, lo importante de este negocio es crear algo que realmente impacte a la sociedad. Hoy Broota es la primera plataforma de crowdfunding en base a inversión privada para startups en Chile. Hay alternativas obviamente y siempre están los capitales de riesgo, las redes de inversionistas ángeles, entre otros.
Su foco son las startups que tienen en su ADN un deseo de crecer de forma acelerada, crear impacto y cambio rápido, a diferencia de las pequeñas y medianas empresas, PYME, que se comportan de manera más lineal “Yo lo comparo con conducir un auto tradicional y andar en un Ferrari, los dos parten muy similares, pero a los segundos el Ferrari toma una gran ventaja”.
Uno de los procesos emblemáticos de financiamiento de los comienzos de Broota fue “Pago Fácil”, con la que levantaron 60 millones de pesos a finales del 2018 y a mediados del 2021 se vendió a 36 veces lo que invirtieron en su minuto.
Tienen como meta para el 2030 lograr que 100.000 personas se involucren en la construcción startups invirtiendo a través de su platafoma. “Vamos en 4.500 inversionistas, por lo que es un muy bonito desafío”.
Federico siente que en su época de estudiante comenzó a crecer en él la semilla del emprendimiento. “Nos enseñaban que en base a conocimiento y capacidad propia podíamos crear algo, y no solamente trabajar para un tercero”. En el 2001 habían pocas universidades que hablaban de esto, la UDD fue pionera. “Nos preparó a todos muy bien, no sólo a Ingeniería Comercial, sino a todas las carreras. Todos, al día de hoy, ya tienen cursos de emprendimiento, innovación y liderazgo, con la posibilidad de tomar electivos relacionados”.
Desde su mirada, nuestra universidad se entiende así misma como un emprendimiento, un proyecto que comenzó con el propósito de revolucionar la educación superior. “Hoy en día es un tema que se ve de forma más transversal, porque finalmente las otras universidades se subieron a la misma “micro” que nosotros ya llevábamos tiempo empujando”.
Mantiene un vínculo muy fuerte con su alma mater, es mentor para varios programas, profesor de algunos talleres, y es parte del directorio de ReUDD, la red de emprendedores Alumni.
Hasta el día de hoy, recuerda a profesores como Olga Pizarro, dictaba el ramo de estrategia y distintos cursos de negocios. Les enseñó a hablar en público, los ayudaba con el desplante, el lenguaje no verbal. Tenía talleres todos los años y enseñaba siempre ejercicios nuevos. “Ella transmitía que le gustaba hacer clases, que amaba lo que hacía”. Otro caso era el de Ernesto Silva Bafalluy, “tenía una preocupación más allá, muy buena persona. Era fantástico que te hiciera clases el rector y uno de los fundadores de la Universidad, a él también le apasionaba enseñar”.
Para Federico, la formación de la Universidad impactó su carrera en un 100%. “Haber tenido la suerte de estar tan cerca de los fundadores de UDD y ser parte de su historia es impagable. Me encantaría poder jubilarme trabajando en la Universidad, me gusta lo que hace la UDD y ese sueño con el que partieron esos fundadores, me ayudó mucho a seguir con el mío”.
Entrevista: Realizada por Periodista Verónica Cid Albornoz
Fotografías: Enviada por la entrevistada