Pablo Pizarro Giadach, Ingeniero Civil Industrial UDD. Director Ejecutivo en Fundación CARE (cáncer, acceso, red, esperanza).
Se describe como una persona apasionada. Le gusta entregarse al máximo en cada cosa que hace, y lo más importante para él, es que siempre tengan un sentido social.
Pablo, dice que lo que más le gusta de trabajar en la fundación es su propósito: dar apoyo a personas con cáncer y a sus familias, entregando segundas opiniones médicas y orientación administrativa. Su rol es liderar estrategias a largo plazo y llevar la operación para que esto se cumpla, y la fundación pueda sostenerse en el tiempo.
El cáncer es la primera causa de muerte en nuestro país, por lo que el sueño de la Fundación CARE, es construir un centro oncológico con la mejor tecnología para las personas más vulnerables, y que así en Chile y Latinoamérica ellos puedan acceder a los mismos tratamientos, que se reciben en el primer mundo.
Actualmente la fundación CARE tiene un convenio con el Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la Universidad del Desarrollo, que dirige la doctora Paula Daza. El objetivo de esta colaboración es desarrollar investigación, análisis e innovación social y de salud. «Así en conjunto podemos desarrollar y respaldar propuestas de mejoras a políticas públicas».
A través de la fundación busca generar un cambio de paradigma a la carga negativa y fatal que tiene un diagnóstico de cáncer, y que, por el contrario, esta sea tomada como cualquier enfermedad crónica que, siendo bien manejada y con un tratamiento oportuno, las personas puedan sobrellevarla. Afirma «queremos transitar de la muerte a la esperanza».
Nos comenta que más de un 70% de la población chilena ha tenido alguna persona querida con cáncer, «pega muy duro, tanto al enfermo como a todo su entorno». Menciona que lo importante es concientizar a la población que hay muchos tipos de cáncer que se pueden prevenir, con cambios de conducta y con diagnóstico temprano.
Cuando le preguntamos qué es lo más difícil e importante que le ha tocado vivir en su carrera, asegura que fue durante la pandemia. «En esos años trabajaba en el SENAMA (Servicio Nacional del Adulto Mayor), y me tocó ser el encargado de la estrategia COVID para todas las residencias de adultos mayores». Tuvo que elaborar un plan de prevención y mitigación del impacto del coronavirus. Este fue un gran desafío porque el rango etario de los adultos mayores era el más complicado en ese momento. Cuando estaba todo el mundo encerrado y aparecían nuevos brotes de COVID, tenía que salir y desplegar estrategias viajando desde Arica a Punta Arenas, donde abrían residencias sanitarias que eran especiales para adultos mayores, porque las condiciones funcionales de esta población son más complejas. Ese trabajo lo llenó de orgullo, porque tuvo un impacto muy positivo, ya que la taza de muerte de adultos mayores en residencias fue bastante baja, comparada con varias ciudades de Europa.
Asegura que con la pandemia hubo un retraso importante en la atención de los pacientes con cáncer, eran otras las prioridades. «Exámenes tan importantes de prevención como una mamografía, quedaron postergados y lamentablemente el tiempo en un cáncer, es vida». Estar en una lista de espera oncológica, es sinónimo de muerte y estas han crecido mucho. Ahí es donde como fundación, gestionan políticas públicas con propuestas, protocolos y nuevas estrategias de cómo abordarlas.
Nos cuenta que la Universidad del Desarrollo ha sido muy importante para él, siempre ha tenido excelentes profesores; como Pedro Silva y Hernán Büchi. Menciona, que le inculcaban cómo hacer bien su trabajo y siempre tratar de aportar a la sociedad dentro de la posición que uno tenga dentro de una organización, aprendió ahí sobre gestión en políticas públicas. No podía no nombrar a René Álvarez, que dictó dos ramos muy importantes para él, que fueron la base de la carrera de ingeniería; Sistema de Producción y Operaciones Industriales. Él le enseñó el camino para optimizar los sistemas de operación de un hospital, «hoy vive en Canadá, pero siempre que viene a Chile, nos juntamos e intercambiamos experiencias, esos son lazos que te entrega la Universidad».
Recuerda cuando fue parte de Embajadores del Futuro en un viaje a China el año 2010. También ha participado en actividades y charlas en la UDD, hizo trabajos con el CIPS de la Facultad de Gobierno cuando trabajaba en el SENAMA, que sirvió mucho para levantar el tema de innovación para emprendimientos con personas mayores. Cuando trabajó en el Hospital Padre Hurtado, siempre recibían alumnos de último año de la UDD que realizan un programa dentro de un ramo de ingeniería de mejoras continuas.
Lo que más destaca Pablo de la Universidad del Desarrollo, es la rigurosidad del análisis y el trabajo multidisciplinario que te lleva a tener una visión más global.
Entrevista: Realizada por Periodista Verónica Cid Albornoz
Fotografías: Enviadas por el entrevistado