Anamaría Sauterel Jouannet, Abogada UDD, actual Jueza del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Ángeles, Región del Biobío.
Se describe como una persona muy comprometida con lo que hace, responsable y enérgica, adjetivo que se evidencia en su trabajo. Nos comenta que con el correr de los años en su trabajo ha logrado sintonizar su personalidad en el trabajo con la de su vida diaria, logrando llevar ambas con naturalidad y de forma complementaria.
Mientras estudiaba derecho, Anamaría nunca pensó que se dedicaría en derecho penal dentro del poder judicial. Las cosas se fueron dando solas. «Todavía me acuerdo de mi primer día de clases. Comenzamos con el ramo de procesal, dictado por Julio Salas. Él nos dio una charla explicando las funciones de un juez y a mí me llamó mucho la atención, pero en ese momento no pensé que seguiría ese camino».
Finalizando la Universidad, trabajó casi cinco años en una consultora ejerciendo derecho tributario. «Siempre tuve la sensación de que podía aportar más en mi carrera o de otra forma, esa inquietud de ser jueza se fue alimentando con gente que me orientó», entre ellos, su marido, que también ejerce la abogacía.
En ese momento comenzó las postulaciones y todo el proceso en la Academia Judicial. Lo cual nos dice que es bastante competitivo, ya que es mucho el interés, dado que ofrece una carrera estable, y que a la vez ofrece siempre nuevos desafíos.
La jueza, nos comenta que después de egresar de la academia, te sometes a muchas pruebas y luego comienzas a postular a los cargos, ya que nada te asegura que quedes. Entonces comienzas con las suplencias, que son reemplazos de los cargos titulares, hasta que tienes la oportunidad de postular a un cargo titular y ahí entras a otra competencia. «Yo me ofrecía para todo y así partí, la verdad no es una carrera fácil. Fue bastante difícil ingresar, pero ha pasado el tiempo y ya llevo 17 años en el cargo».
Sauterel por muchos años fue jueza de jurisdicción común o mixto, es decir, se encargaba de diversas materias. «Si hago un análisis en la línea de tiempo, te diría que ese fue mi mayor desafío, porque te obliga a estar permanentemente desdoblándote en distintas funciones, materias y distintos tipos de usuarios». Nos da como ejemplo que existían mañanas en las que veía un caso de familia y en la tarde, tenía audiencias laborales, y más tarde llegaba un detenido. Tenía que ver casos totalmente diferentes. «Lo bueno es que siempre tienes colegas que son tus redes de apoyo, a quienes puedes llamar, te ayudan aclaran dudas y que, hasta el día de hoy recurres a ellos».
«La universidad me preparó demasiado bien, siento que siempre se supera». Nos cuenta que los profesores de su época en Concepción eran los mismos que en Santiago, siempre se sintió a la par de sus colegas.
Menciona que aún es desafiante ser licenciada de una universidad privada, y que como profesionales día a día deben validarse y demostrar que no hay nada que envidiar a la formación de universidades de más tradición. Esto, porque los licenciados de Derecho de la UDD, tienen un sello distinto, la Universidad les da un enfoque general, que permite que puedan desempeñarse en el ámbito que cada uno quiera, porque tienes la base.
Entre sus ramos favoritos estaban Derecho Laboral, donde fue ayudante con el profesor, Sergio Ugalde; Derecho Constitucional, con el docente Fernando Jiménez; Derecho Político, con Eduardo Andrades; y Derecho Penal, con Marcelo Torres que le encantó, «fue un ramo súper entretenido».
«Siempre recibo todos los correos de la UDD, y ahí me entero de todos los seminarios y actividades que hacen. No siempre puedo participar, porque uno en la vida tiende a tener mucho trabajo y prioriza otras cosas. Pero siempre me gustaría estar más vinculada con mi Universidad, quizás en un futuro dar clases y transmitir la experiencia que ha logrado a nuevas generaciones».
Entrevista: Realizada por Periodista Verónica Cid Albornoz
Fotografías: Enviadas por la entrevistada