
Carlos Venegas Aravena, Ingeniero Civil Industrial de la Universidad del Desarrollo, complementó su formación con un Master of Science in Transport and Maritime Management en la Universidad de Amberes, Bélgica. Ha construido una destacada trayectoria como creador de startups en los ámbitos de la salud, la tecnología y la innovación. Su experiencia combina visión estratégica y resiliencia. Tiene una vinculación permanente con la Universidad del Desarrollo, donde hoy es parte de ReUDD, Red de Emprendedores Alumni de la Universidad.
Para Carlos, emprender ha sido una verdadera forma de vida. Ha liderado proyectos que hoy tienen presencia en el ecosistema de innovación chileno. Desde CardioRed, la primera red cardiovascular del país, hasta ITMED Services , Blanco Estudio y Med360, su carrera ha estado marcada por la búsqueda constante de soluciones tecnológicas con impacto real en las personas.
“Siempre he sido una persona inquieta, con ganas de crear cosas. Me gusta la libertad que da emprender, la posibilidad de transformar ideas en realidades concretas”, comenta.
Recién egresado de la UDD, inició su carrera en PricewaterhouseCoopers, donde adquirió una base sólida en finanzas y gestión. “Fue una gran escuela. Aprendí a leer balances, estados de resultado y flujos de caja, y entendí que los números son la radiografía que muestra cuán sustentable es una empresa”, recuerda.
Más tarde ingresó a ENAP, donde rápidamente asumió posiciones de liderazgo. Sin embargo, sentía que necesitaba un cambio. “Empecé a repensar muchas cosas. Leía libros de emprendedores y me di cuenta de que quería construir mi propio camino. Entendí que necesitaba una pista de aterrizaje para cuando llegara a los 50, porque la vida corporativa es cada vez más corta”, señala.
Esa reflexión dio paso a una decisión decisiva: dejar un empleo estable y entrar de lleno al mundo del emprendimiento. “Renuncié y me lancé a una piscina que tenía algo de agua, pero igual era un salto al vacío”, relata entre risas.
Su primer gran proyecto fue CardioRed, empresa pionera que instaló pabellones de hemodinamia en clínicas que no contaban con ellos, creando la primera red cardiovascular en Chile. “Era un mundo completamente nuevo para mí. Nunca había trabajado en salud, pero sabía que podía hacerlo y que tenía la formación para liderar”, recuerda.
El crecimiento fue rápido. En pocos años, CardioRed llamó la atención de Medtronic, el mayor proveedor de dispositivos médicos del mundo, que terminó adquiriendo la compañía. “Fue una validación enorme. Ellos vieron en nosotros un modelo de negocio innovador, basado en la venta del servicio más que del insumo”, explica. “Mi debut como emprendedor culminó con un exit con una Fortune 500. Eso me convenció que empujando y teniendo un buen equipo todo se puede lograr”.
Tras la venta de CardioRed, Carlos continuó explorando la intersección entre salud y tecnología. En 2017 fundó ITMED, un sistema de telecardiología que permite realizar exámenes en zonas remotas mediante una red de especialistas. Luego creó Med360, plataforma de optimización de ocupación clínica basada en machine learning, reconocida por El Mercurio como una de las tres startups más destacadas de 2020.



“La tecnología permite mejorar la experiencia del paciente y hacer más eficientes los procesos médicos. En Chile tenemos equipos de primer nivel, pero la experiencia del paciente sigue siendo muy análoga. Hay mucho por hacer”, señala.
En 2021 fundó Blanco Estudio, laboratorio de innovación tecnológica que desarrolla soluciones propias —como Biu, Keeper y Quizapp— y también productos para terceros. Su desafío más reciente es el Instituto Cardiovascular de Concepción, centro médico especializado que abrió sus puertas en septiembre de este año junto a un grupo de cardiólogos. “Me encanta el área de la salud porque combina tecnología con propósito social. Trabajar con médicos ha sido muy enriquecedor; conocen el sistema desde dentro y aportan una visión práctica que acelera los procesos”, comenta.
A lo largo de más de una década de trayectoria, Carlos ha acumulado aprendizajes que hoy comparte con otros emprendedores. “La clave está en entender que todo va a cambiar, que te vas a equivocar y que tu negocio debe ser flexible. Jamás hay que enamorarse del proyecto: hay que enamorarse del problema que estás resolviendo”, afirma.
También resalta la importancia del trabajo en equipo. “El compromiso del grupo es fundamental. Les pido a todos que aporten ideas, porque ellos están en contacto directo con los usuarios. Muchas de nuestras innovaciones nacen de esas conversaciones”.
“El emprendimiento es aprender a adaptarse y volver a intentarlo mil veces”.
“Ser emprendedor es tener que levantarse cien veces en el día, perseguir clientes y adaptarse constantemente. Es agotador, pero fascinante. Cada caída trae una nueva idea”. Con la mirada puesta en el crecimiento y la internacionalización de sus startups, asegura que su motivación sigue intacta: “La innovación no se trata solo de crear productos, sino de mejorar la vida de las personas. Esa es la meta que me mueve todos los días”.
Su conexión con la UDD se ha mantenido firme a lo largo de los años. “Cuando vendimos CardioRed, me acerqué nuevamente a la Universidad y hoy formo parte del directorio de ReUDD. Me enamoré de la UDD, sobre todo por su enfoque en innovación y por la forma en que apoya a sus alumnos y Alumni en sus emprendimientos”, destaca.
La ReUDD, explica, reúne a startups de Alumni de la Universidad en distintas etapas para compartir experiencias y generar redes. “Nos reunimos para hablar de temas relevantes como financiamiento, fondos de inversión o estrategias comerciales, y traemos a expertos de todas estas áreas. Es un espacio de colaboración muy valioso”.
También valora el rol de UDD Ventures, la aceleradora universitaria. “Es una tremenda iniciativa, pero creo que debemos seguir impulsando el puente entre los estudiantes que recién egresan y el mundo real del emprendimiento”, reflexiona.
De sus años como estudiante en la UDD, Carlos guarda un especial recuerdo por sus profesores. “Fuimos la primera generación de Ingeniería Civil Industrial en Concepción y tuvimos docentes que marcaron nuestra formación. Nora Au y Pedro Silva fueron claves: nos inspiraron, nos acompañaron y nos mostraron el valor de confiar en nuestras capacidades”, recuerda.
Entrevista: Realizada por Periodista Verónica Cid Albornoz
Edición: Alumni UDD
Fotografías: Enviadas por el entrevistado